¡Afrontémoslo!
Todos hemos tenido ese crush en la
oficina con alguien que nos resulta sumamente atractivo. Ese colega del otro
piso, compañera de área o jefe que cuando se acerca a nuestro lugar de trabajo
nos pone a temblar las rodillas y cuando nos llama por teléfono nos hace
balbucear y lo único que pensamos mientras nos habla frente a frente es en ese
beso apasionado y prohibido. La mayor parte de las veces no pasa de ser una
mera fantasía, otras veces las “aventuras de ocasión” están a la orden del día
ente los colaboradores en una empresa, pero en algunos casos de manera
inesperada simplemente llega el amor de tal manera que por más que quisiéramos
resistirnos es inevitable. Comienzan las miradas, las sonrisas nerviosas cuando
se topan en el pasillo, las frecuentes idas a comer juntos, hasta que
formalmente están saliendo como pareja.
Si
bien esta historia que bien puede ser de todos y que ocurre con frecuencia en
el mundo laboral, a muchos les puede parecer algo malo o indebido, a efectos de
este articulo dejaremos de lado el prejuicio, reconociendo que el amor tiene
muchas maneras de llegarnos y a veces entra por esa puerta de oficina moviendo
todo nuestro mundo personal y profesional.
Antes
de continuar y por ética profesional yo siempre sugiero evitar ese tipo de
experiencias entre compañeros de trabajo, más aún cuando la empresa manifiesta
explícitamente en su reglamento interno que queda prohibido sostener ese tipo
de relaciones entre sus empleados y es nuestro deber acatar dichas normas
institucionales o se estaría incurriendo en una grave falta.
Sin
embargo, tomando como contexto que no exista tal prohibición y que ambas partes
sean solteras y sean libres de poder sostener una relación amorosa como pareja
y trabajen en la misma empresa, seguir algunos trucos te ayudaran a poder
disfrutar con plenitud de ese romance que finalmente llegó a tu vida y que
parece que llegó para quedarse.
Si
bien puede parecer algo complejo sostener una relación amorosa en la oficina,
en realidad podemos hacerlo mucho más sencillo si pensamos en ello como una
tarea diaria y fácil como lavar la ropa.
Tip número uno:
El
truco número uno tiene que ver con la ropa cuando vas a lavar, primero lo que
haces es separar la ropa blanca de la de color y las toallas en diferente cesto
¿cierto? De la misma manera en tu vida tienes diferentes áreas una de ellas es
tu área personal otra es tu área de pareja y otra tu área profesional así que
mantén bien identificadas cada una de estas áreas en tu vida para evitar que se
mezclen como cuando un calcetín rojo se cuela entre la ropa blanca manchándolo
todo. No olvides que antes de que llegara ese “alguien especial” ya tenías
objetivos personales a los cuales debes seguir dando continuidad, metas y
objetivos profesionales correspondientes a tu trabajo y ahora nuevos sueños y
victorias que disfrutar con tu pareja. Cada una de estas áreas merece su propio
ciclo de lavado por separado.
Tip número dos:
Aquí
vamos a recordar aquella sabia frase que las abuelas nos decían: La ropa sucia
se lava en casa. Aunque aquí literalmente imaginemos que se refiere a esas
manchas de lipstick en la camisa, o
saco sucio con maquillaje, sudores olores y demás con las que queda la ropa al
final del día. En realidad vamos a hablar de mantener la confidencialidad y
complicidad que se tiene entre pareja. Los pleitos, discusiones, enojos y todo
aquello que después de las primeras semanas de romance pueden ocurrir son única
y exclusivamente pertenecientes a la pareja, lo aconsejable es que evites a
toda costa compartir sus intimidades con otros compañeros de oficina. Todo lo
referente a discusiones que tienen que ver con el trabajo lo deben realizar
dentro de esa área profesional sin compararlo con su vida personal y
solucionarlo ahí mismo. Todos los aspectos que deban discutir referentes a su
relación deben hacerlo en el espacio y tiempo fuera de oficina no importa que
tan urgente parecería siempre pregúntate ¿si trabajáramos en edificios
diferentes cuál sería el mejor momento para arreglar nuestras diferencias
personales? Y por supuesto jamás realizar aspavientos, reproches o gestos en
público evidenciándose frente a otros colaboradores y contaminando el clima
organizacional.
Tip número tres:
A cada ciclo de lavado debes darle su propio tiempo y espacio. Si intentas acelerar el ciclo de lavado la ropa no quedará bien. De la misma forma en una relación de pareja cuando trabajan juntos cada uno requiere respetar el tiempo y espacio del otro. Evita estar investigando con compañeros que actividades tiene tu pareja en el trabajo, si salió a comer y con quien, acechándole cada vez que se levanta de su lugar, forzando toparse, procurando escuchar sus llamadas telefónicas o imponiendo llegar, comer y se retirarse juntos todos los días. Este error tan común es uno de los principales por los que las parejas de oficina terminan, ya que puede volverse una distracción, mermando su productividad en horas de oficina y generando una sensación de acoso y asfixia para la pareja. Tan perjudicial puede ser ese acoso como la indiferencia total actuando como completos extraños ya que la otra persona podría sentir que no se le está dando su lugar. Tener algún detalle bonito, dejar una nota de motivación, una mirada ocasional y sonrisa traviesa ayudarán a mantener viva esa complicidad y sensación de aventura fomentando la sana convivencia de pareja en el trabajo.
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