Por Martha González y Octavio Morales
Sexo mente & algo más, dale alas a tu intimidad…
La infertilidad es un tema ya por demás polémico, no solo porque se trate de dejar la progenie que llegará a hablar de ti en el futro con tus descendientes, sino que tiene que ver con el concepto que conlleva el ser hombre que puede desposar a una mujer y demás embarazarla, como una muestra de tu virilidad como hombre y del poder que ejercerá en esa familia que pretendes fundar.
Es lo más natural y normal que pueda existir en los anhelos de todo aquel que se jacte de ser hombre, de dejar su huella, de propagar el apellido, y la supremacía del linaje que perpetuara su sangre. Algunos hombres se pueden vanagloriar del poder tener la gran suerte de engendrar a sus vástagos, tanto que al nacer el o la bebé notifican a todo mundo que ya se es padre y los puros o los chocolates se regalan por doquier.
Algunos más siguen pensando que ellos solo aportaran lo principal para que se dé lo tan esperado e incluso se pueden cruzar de brazos pensando que toda la tarea es de la mujer, siendo ella la que tiene que batallar con la elección del sexo. Pero afortunadamente hoy día sabemos tras comprobación científica que es el hombre quien define esto último.
Pero regresemos al punto de nuestro tema de hoy; que pasa cuando toda esa ilusión de ver nacer de tu sangre y de la persona que amas a un nuevo ser. Entras en una serie de conflictos en los cuales cuestionas y pones en tela de juicio a tu matrimonio, a tu pareja, a tu hombría y lo que es peor a tu existencia misma.
Enfrentar a la familia de ambas partes con sus comentarios de que para cuando se agranda la familia, de que ya es tiempo, no vayan a tener nietos en lugar de hijos, que no les están echando ganas al asunto, y una serie de insinuaciones que son dagas al amor propio y que cada vez son más difíciles de esquivar; al grado de volverse discusiones entre tú y tu pareja. Las culpas suelen flotar en rededor de ella, que ellas es la que no puede, la que algo tendrá, la que se tiene que ir a revisar al médico, aplazando lo que quizás desde el principio ambos ya venían temiendo que fueras Tú, el hombre de la casa el que tiene esos fallos en su organismo.
Y que más allá de aceptar la situación y buscar ayuda profesional y seria, se presenta la negación, merodeando cada vez que el tema se presenta. Es importante que demos el salto siendo más maduros y colocar nuestra hombría en las decisiones, acudiendo a los recursos que estén al alcance, siempre la asesoría profesional resultara eficaz para saber qué rumbo tomar sin dañar a segundas ni terceras partes. Actualmente ya hay nuevos métodos y alternativas de fertilidad masculina que te pueden apoyar a lograr esos sueños de ser un feliz padre.
Se pueden presentar diversos factores que impidan la fertilización entre otros pueden ser: alguna disfunción en los órganos sexuales internos o externos, la calidad o cantidad del semen no es la suficiente, la ingesta de algún medicamento que debilita a los espermas, se vive alguna discapacidad, la edad o alguna adicción a las drogas puedan ser atenuantes para impedir tu paternidad.
Pero más allá de especular que maldición haz sufrido para ver tus sueños realizados; recurre a los profesionales que junto con ellos podrán encontrar cuales son los orígenes de la situación y que alternativas existan para ti y tu pareja. Lo cual además de ponerte en acción lograra que se dé una unión y mejor comunicación, no todo están malo como parece.
Afortunadamente vivimos nuevos tiempos en los que el cuestionamiento de la virilidad esta mucho más allá de si puedes engendrar o no, va más a la calidad de vida que le pueden brindar a tu mujer, de respetarla , amarla, y tener la confianza para que ambos puedan saber que caminos pueden tomar. Acompañándose en esa maravillosa aventura de ser padres. No te dejes llevar por ideas retrogradas de si sirves o no como hombre, tu valía como tal se encuentra mucho más allá de tu desempeño en la cama o la cantidad de espermas que puedes tener en una eyaculación. Comunícate, infórmate, solicita ayuda que los apoyos llegaran; si te mantienes sufriendo la experiencia en silencio traumatizando cada vez a ti y a tu pareja se logrará menos que si abres tu mente, también te darás cuenta que no eres el primero ni el único, y que otros hombres como tú ya están tomando cartas en el asunto; ¿qué será eso de la inseminación in vitro?, ¿la inseminación artificial?, ¿por qué no se lo preguntas a tu médico?